La nueva identidad de Mango Teen
Mango lleva tiempo explorando qué nueva imagen quiere trasladar a sus tiendas para adolescentes. El propósito se ha centrado en conseguir una identidad de marca, visualmente atractiva e inclusiva, para una generación a caballo entre la bonhomía de la niñez y el paso a la vida adulta. De manera embrionaria, las primeras aproximaciones en sus pop-up siempre estuvieron ligadas de algún modo al color, a la vitalidad que representa el epítome de juventud, a esa añoranza de un paisaje cálido donde la vida parece discurrir ligera y vigorosa.
En España, uno de los máximos exponentes relacionados en el trabajo del cromatismo es Masquespacio. Por ende, parece lógico y natural que el primer local de Mango Teen en Barcelona haya sido diseñado por el estudio valenciano, convirtiendo al color en el protagonista indiscutible.
Masquespacio idea un mundo de sueños
El nuevo espacio comercial exhibe un universo quimérico, como reflejo de la época de ensoñación y libertad en la que viven los adolescentes. El espejo que hay que atravesar para entrar a este mundo onírico es un túnel retroiluminado, un elemento geométricamente clásico que se transforma en algo futurista por su lenguaje actual.
El planteamiento de Masquespacio emplea formas rectas en los diferentes componentes expositivos, como las líneas angulosas de burros y estanterías, que se desvanecen en otras más orgánicas y agradables. Los detalles surrealistas aparecen de manera inusual, dejando claro que nos encontramos en una realidad fantasiosa. Asociado a ello, el imaginario se despliega y aguarda una piscina que hace las veces de atrezo, una recepción de hotel que alberga la zona de venta y una lavadora que funciona como punto de reciclaje.
A través de las siluetas y el color, la nueva tienda de Mango Teen nos invita a jugar, y se convierte en una experiencia interactiva tanto física como digitalmente. Si por algo se caracteriza la generación más joven, es por su habilidad de desenvolverse con la misma soltura en esas dos dimensiones que se introducen en el ambiente. De hecho, los nativos digitales podrán acceder al metaverso desde los probadores, una sala espejada que genera un efecto distorsionador.