House H. Sou Fujimoto. Foto: Iwan Baan
Nada es de antes, nada es de ahora, solo hay que sentarse a soñar. De esta idea parte el trabajo del japonés Sou Fujimoto, un arquitecto que viste su obra bajo el lema futuro primitivo y cuyo discurso echa la vista atrás, al cómo éramos y hacíamos en nuestros orígenes, con el objetivo de crear la casa del futuro: ese lugar donde el ayer y lo que ha de venir puedan cohabitar. Así lo explica el mismo: “considerar un nuevo proyecto pasa por repensar el estado primitivo de las actividades humanas y sus relaciones físicas con el medio”. Es decir, la caverna como una forma de habitación para el porvenir.
House H. Sou Fujimoto. Foto: Iwan Baan
House H. Sou Fujimoto. Foto: Iwan Baan
Influenciado por la obra de Kazuyo Sejima o la actitud innovadora de Toyo Ito, Fujimoto reconoce que durante su etapa escolar tenía un libro de Antonio Gaudí con el que comprendió que arquitectura no lo mismo que edificio. Más tarde, en el instituto, fue adentrándose en la teoría espacial de Einstein. Ya en la facultad, desarrolló la capacidad de conjugar el potencial de ambos genios y con esa mezcla elaborar su primer significado de arquitectura.
House K. Sou Fujimoto Architects. Foto: Nishi Nomiya
Tras graduarse en el año 2000 en la universidad de Tokio, Sou Fujimoto creó su propio estudio en la misma ciudad. Además de trabajar como docente en numerosas universidades de Japón, desde el principio fue premiado con múltiples galardones por su modo de entender la vivienda. Una evolución que culminaría en 2012 con el León de Oro en la Bienal de Arquitectura de Venecia, donde se consolidaría como uno de los proyectistas más influyentes del panorama actual.
House K. Sou Fujimoto Architects. Foto: Nishi Nomiya
House K. Sou Fujimoto Architects. Foto: Nishi Nomiya
House NA. Habitar el vacío
Muy interesado en cómo combinar los elementos naturales con los artificiales, Fujimoto concibe la vivienda como un espacio en blanco que empieza a mancharse de trayectorias humanas y termina por cerrarse a veces tan solo con un sutil vidrio. Él hace de sus casas auténticas cuevas del siglo XXI: escenarios ambiguos y en bruto donde todo está por experimentar. Esto se percibe en la House NA (Tokio, 2010), un ejercicio de reflexión sobre la vida en las cavernas y a la vez sobre el nomadismo contemporáneo.
House NA. Sou Fujimoto Architects. Foto: Iwan Baan
En ella, asomarse es solo el principio; y recorrerla, descubrir nuevas formas de sentir el vacío. Cada gesto supone un claro desafío a lo que por norma está prohibido. Aquí lo que importa es sentirse libre, conversar desde las alturas y ser primitivo contemplando lo que hay fuera. Sou consigue plasmar en esta obra un atrevimiento real: transformar la sensación de vértigo en un placer cotidiano. ¿Cómo? con la fuente de oxígeno que compone el paisaje vertical y las plataformas escalonadas exteriores: asientos donde dejar volar los pies y cualquier pensamiento. En realidad, hablamos de un árbol habitable.
House NA. Sou Fujimoto Architects. Foto: Iwan Baan
House NA. Sou Fujimoto Architects. Foto: Iwan Baan
Arquitectura de distancias
Pero este interés arbóreo no es casual. Durante su infancia se vio muy marcado por el entorno boscoso de su ciudad natal, Hokkaido, y por los vínculos que en él fue observando. Tanto es así que Fujimoto llega a comparar la arquitectura con un bosque y sus relaciones: un escenario sin fronteras lleno de datos y de lugares. Su punto de partida es que en el bosque uno se siente arropado por los árboles y por multitud de áreas y sonidos. En esta misma línea, para él cada construcción se ve también envuelta por una gran cantidad de información: el tacto de sus materiales, los recorridos de sus habitantes, Internet…Y todo ello en una frontera difusa entre lo colectivo y el espíritu independiente: ese lugar de nadie en el que uno llega a preguntarse dónde comienza el interior y dónde acaba el exterior.
House N. Sou Fujimoto. Foto: Iwan Baan
En la House N (Oita, 2008), el autor establece una superposición de fachadas en el edificio. Es decir, una piel que envuelve a otra piel, y a otra más, jugando con la permeabilidad y las distancias entre cada una de ellas. Más que una casa, es un territorio suave donde la capa exterior separa el mundo del microclima que hay dentro y más adentro. Perforada por grandes huecos, esta construcción-cubo se abre a la luz y al intercambio continuo de aire. La comunicación interna es constante y nunca se ve interrumpida, lográndose el equilibrio perfecto entre masa y vacío, movimiento y calma, pues en esta residencia todo se sucede y nada desaparece. Como recién aterrizada del futuro, se impone en uno de los vértices de la calle haciendo desaparecer la ordenación en serie de los domicilios de al lado.
House N. Sou Fujimoto. Foto: Iwan Baan
House N. Sou Fujimoto. Foto: Iwan Baan
Fondo y desfiguración
Su defensa del vacío interior como una visión espiritual de la caverna es una constante en su filosofía creativa. En el Centro de Rehabilitación Psiquiátrica para Niños (Hokkaido, 2006), Fujimoto dejó que el ritmo de la arquitectura transcurriera entre silencios y cajas; un juego de volúmenes que se iluminan al atardecer sobre un fondo verde. En esta obra late una extraña simbiosis entre el dinamismo de la planta del edificio y la tranquilidad que se respira en su interior. Metamorfosear el orden lógico de estos cubos hace que el fondo se pierda y se transforme en figura.
Serpentine Gallery Pavillion. Sou Fujimoto. Foto: Iwan Baan
Esta transfiguración también pudimos verla en la estructura efímera que diseñó para el Serpentine Pavillion en el Hyde Park londinense. En 2013 Fujimoto inventó una especie de maraña metálica de miniceldas a modo de atracción urbana. Este paisaje de líneas de acero adquiría mayor densidad en el suelo, pero poco a poco iba desintegrándose a medida que crecía en altura, hasta llegar a la abstracción de la geometría cúbica.
The White Tree Tower. Sou Fujimoto Architects. Foto: Iwan Baan
Cuando estaba vacío, este escenario tridimensional semitransparente de 350 m² se mostraba como una escultura en el paisaje, pero se volvía arquitectura cuando había movimiento en su interior y cada persona parecía flotar en esta especie de nube matricial. Es como si todo el mobiliario urbano imaginable se hubiese transformado en una niebla estructurada donde cada persona se perdiera entre sus sombras. Así se veía este área pública que durante su tiempo de vida también fue privada.
Tokyo Apartments. Sou Fujimoto Architects. Foto: Iwan Baan
Tokyo Apartments. Sou Fujimoto Architects. Foto: Iwan Baan
The White Tree Tower, House KA, House H… Si algo distingue a Sou Fujimoto es la pureza racional con la que elabora sus propuestas. Sus trabajos se componen de estructura, luces y sombras. No hay principio ni fin, solo el deambular de las personas y sus trayectorias. No hay regla que haga caer al autor, quien tampoco teme exhibir la vida de sus habitantes como parte activa de un escenario urbano. Lo que únicamente le preocupa es la manera de materializar las ideas puras que revolucionan cada uno de sus proyectos.
Tokyo Apartments. Sou Fujimoto Architects. Foto: Iwan Baan
Este creador de lugares sin forma se expresa con un lenguaje exquisito, recurriendo a la línea del tiempo para mostrarnos un futuro con raíces en cada una de sus cavernas. Para entenderlo solo hay que caminar semierguido a través de un espacio por descubrir. O lo que es lo mismo, viajar atrás, entornar los ojos y difuminar las distancias que nos separan del pasado.