A 80 años de su construcción, empiezan a demoler el Elefante Blanco en Villa Lugano
En su lugar harán oficinas de un ministerio porteño. Está junto a Ciudad Oculta.
El Elefante Blanco quedó abandonado en 1955. Foto: Mario Quinteros
Aunque el proyecto para tirarlo abajo y construir en su lugar oficinas del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat se anunció hace dos años, los trabajos comenzaron hoy. En todo este tiempo, la Ciudad negoció relocalizaciones con 90 familias que vivían en el interior del edificio y otras 180 que estaban en las inmediaciones; algunas incluso tenían sus casas apoyadas en las paredes del edificio. Según explicaron fuentes oficiales, a algunas de las familias se les otorgó subsidios habitacionales, otras fueron relocalizadas en la villa, y otras en barrios de la provincia de Buenos Aires.
Sin embargo entre 10 y 30 familias continúan un litigio, porque no aceptan subsidios que consideran insuficientes. Según pudo chequear Clarín el subsidio promedio que pagó la Ciudad fue de $ 800.000 por familia. Algunas de las que resisten en el lugar habrían rechazado $1.200.000 y denuncian que se sienten intimidadas por los funcionarios porteños. El Ministerio se negó a revelar cuales fueron los montos que se pagaron o que se negocian en este momento: "Con cada familia se fue conversando en el marco de la Justicia y en función de la composición familiar. Hay familias integradas por 16 personas", explicaron.
Por su parte, la Defensoría del Pueblo de la Ciudad aseguró a este diario que "el proceso se encuentra garantizado. Existe una mesa conformada, en la que además del Ministerio y la Defensoría, participa el Ministerio Público Tutelar", explicaron. La Defensoría tiene una actuación abierta sobre el desalojo y está iniciando otra para hacer un seguimiento de la situación de los vecinos que están en la manzana 27 bis (apoyada sobre el Elefante Blanco), que aun no llegaron a un acuerdo con la Ciudad. "Son aproximadamente 30 familias", aseguraron desde la Defensoría.
La Ciudad tomó posesión del Elefante Blanco en 2011. En ese momento había 12 metros de aguas servidas y residuos cloacales acumulados en los subsuelos. Esas tierras, según informaron, ya fueron remediadas.
La demolición no se hará con explosivos sino "a pico y pala". Foto: Mario Quinteros
El proyecto del Ministerio prevé la construcción de su sede sobre un sector opuesto a donde hoy se encuentra el Elefante; por eso pueden realizarse en paralelo la demolición y la construcción. La nueva sede tendrá tres pisos y 17.700 metros cuadrados, y capacidad para que trabajen 1.138 personas. Según informaron oficialmente, en marzo la obra estará concluida.
En noviembre, la Legislatura porteña aprobó en segunda y definitiva lectura la ley para construir el nuevo ministerio en esos terrenos. Con la ley quedó establecido que los terrenos destinados al proyecto se encuentran emplazados sobre avenida Piedra Buena, casi avenida Eva Perón. Son 23.000 metros cuadrados: el 40% deben estar destinadas a la edificación -que tendrá una altura máxima de 22 metros- y el 60% para espacio libre de construcciones.
Imagen aérea. El Elefante Blanco en medio de la Ciudad Oculta.
La sede del Ministerio tendrá planta baja y tres pisos, con terrazas verdes; estará pensada para albergar a 1.138 personas. En relación a la superficie no edificable, según detalla la ley aprobada en Legislatura, la cuarta parte "se destinará a estacionamientos, y el resto a espacio público cultural o recreativo y parquización". También deberá contemplarse la construcción de "superficie verde absorbente".
El Elefante Blanco se construyó en la década del 30 con la idea de contener desde allí una epidemia de tuberculosis. Iba a ser "el hospital más grande de América Latina". En 1955, la "Revolución Libertadora" que derrocó a Perón desactivó el proyecto y desde entonces se erige como un esqueleto arrumbado en torno al cual nació el asentamiento.
Según había anunciado el Gobierno, la demolición, que se hará con pico y pala, con el mismo sistema que se utilizó en la cárcel de Caseros, podría concluirse en 180 días corridos.
Según cifras oficiales, se estima que viven más de 24.000 personas en la villa 15. A diferencia de lo que ocurre en otras villas porteñas, aquí hay cierto ordenamiento que lo otorgan las calles formales, que sobrevivieron pese al crecimiento exponencial del asentamiento. La Ciudad, como en otros asentamientos porteños, planea realizar obras de infraestructura y tender las redes servicios básicos. Así reconstruirán calles, veredas y cordones. También revitalizarán los espacios públicos existentes.