La sed de las ciudades
Las grandes ciudades de todo el mundo se están enfrentando a enormes desafíos a medida que llegan nuevos residentes a esas áreas metropolitanas diariamente a raíz de la urbanización global. Pero, a menudo, la infraestructura existente para el agua y las aguas cloacales ya está al límite. ¿Cómo pueden saciar las ciudades su creciente sed?
La necesidad agudiza el ingenio y, tras años de sequía, sin duda alguna la ciudad californiana de San Diego estaba necesitada. Entre 1900 y 1916 apenas cayó una gota de lluvia en la ciudad y los depósitos municipales de agua estaban casi vacíos. Desesperado, el ayuntamiento le ofreció al "hacedor de lluvia" Charles Hatfield 10.000 dólares si conseguía que las nubes derramaran sus lágrimas con su método de hacer lluvia. Empezó a trabajar en enero de 1916 y, poco después, la ciudad experimentó una de sus peores inundaciones del siglo XX. Enfrentándose a amenazas de muerte, Hatfield dejó la ciudad y el ayuntamiento empezó a buscar otras fuentes de agua. A finales de 1946, San Diego se unió al Distrito Metropolitano de Agua del Sur de California, y, al hacerlo, obtuvo acceso al río Colorado.
De acuerdo con los autores de un reciente estudio estadounidense*, desde entonces, las caras importaciones de agua han sido el principal pilar de la gestión del agua de San Diego. Cuatro quintas partes del agua de la ciudad provienen del río Colorado y de la bahía-delta; el agua se transporta a la ciudad mediante acueductos. Las consecuencias de esta fuerte dependencia ya son previsibles.
*Brian D. Richter et al., Tapped Out: How Can Cities Secure Their Water Future?, Water Policy, 2013.
Obstáculos para el crecimiento
¿De dónde sacarán las ciudades el agua en el futuro? ¿Cómo pueden las ciudades garantizar que sus residentes tendrán suficiente agua para beber, cocinar, lavar y mantener la higiene de aquí a diez, veinte o cincuenta años? El agua también es una cuestión de seguridad, porque se necesita para apagar incendios. Además, el agua es necesaria para usos industriales como la producción de bienes o el funcionamiento de máquinas y plantas. Sin agua y sistemas de alcantarillado, puede ponerse en peligro el desarrollo económico. Se calcula que las ciudades son responsables del 80% del crecimiento económico mundial, así que los déficits de agua urbanos tienen un coste muy elevado. Por ejemplo, los crecientes problemas de agua le están costando a China alrededor del 2,3% de su producto interior bruto anual, tal y como reveló un estudio publicado en 2007 por el Banco Mundial.
Es un desafío inmenso. "Nos arriesgamos a perder la lucha por el acceso al agua y a instalaciones sanitarias en muchas ciudades", advirtió el experto en agua Anders Berntell a los participantes en la World Water Week en Estocolmo, Suecia, en 2011. Más de la mitad de la población mundial ya vive en áreas metropolitanas urbanas; para mediados de este siglo, esta cifra será del 70%. Se espera que para entonces vivan en el planeta alrededor de 9.600 millones de personas, de acuerdo con los cálculos de las Naciones Unidas (ONU). Según la ONU, se experimentará un marcado crecimiento, especialmente, en las ciudades de la India, China, Nigeria, Estados Unidos e Indonesia.
En muchos lugares, el consumo de agua ya está aumentando más rápidamente de lo que los recursos disponibles pueden suministrar. Niveles de aguas subterráneas en descenso, lechos de ríos vacíos, embalses secos... la escasez de agua está cada vez más en primera plana, y ya no es solo un fenómeno visto en países propensos a la sequía. Incluso los habitantes de las ciudades de los países industrializados están experimentando escasez de agua. Después de dos años excepcionalmente secos, se impusieron estrictas medidas de ahorro de agua en algunas zonas de Gran Bretaña en la primavera de 2012. El hecho de regar el césped o lavar un coche con una manguera era sancionable con una multa; en Londres, se apagaron las fuentes. Y después de un largo periodo de sequía, en 2008, Barcelona tuvo incluso que importar camiones cisterna llenos de agua potable. Esta medida fue cara y no fue buena para la imagen de la ciudad. Según los críticos, era necesario porque la ciudad no había conseguido aumentar su capacidad de suministrar agua lo suficientemente rápido como para seguir el ritmo del marcado crecimiento de la población.
"La desalinización del agua marina es una opción popular para las ciudades costeras de todo el mundo".
Agua marina: la fuente del futuro
Un año después, se inauguró una planta de desalinización de agua marina cerca de El Prat de Llobregat. Con una capacidad diaria de 200.000 metros cúbicos, debería poder satisfacer las necesidades de agua potable de alrededor de una cuarta parte de la población de la región metropolitana de Barcelona. La desalinización del agua marina es una opción popular para las ciudades costeras de todo el mundo. Un ejemplo de ello es la ciudad de Nungua, situada a unos 12 kilómetros de la capital de Ghana, Acra. Una vez terminada en 2014, una planta de desalinización que se está construyendo allí debería producir suficiente agua potable para alrededor de medio millón de personas cada día. La planta también usará tecnología de ultrafiltración de inge®, una filial bávara de BASF.
Según las previsiones del especialista en la industria Global Water Intelligence (GWI), el 14% de la población mundial satisfará sus necesidades de agua mediante la desalinización de agua marina en 2025. Actualmente, esta cifra es solo del 1%; se han instalado 17.000 plantas en 120 países. Se espera que la cantidad de plantas se multiplique para 2050, según predicen los expertos de GWI. Los proyectos ya se están construyendo a una escala gigantesca. Por ejemplo, una planta que empezó a funcionar recientemente en Melbourne, Australia, puede suministrar alrededor de 440.000 metros cúbicos de agua desalinizada diariamente. Pero la desalinización tiene un precio: pese a los enormes avances de la tecnología, el agua marina desalinizada sigue siendo una opción cara y de gran consumo energético en comparación con el agua potable extraída de forma convencional. Esta es otra razón más para usar el agua con cuidado.
Consejos para ahorrar agua
Ahorrar agua no requiere necesariamente un esfuerzo enorme: nuestro gráfico muestra algunas buenas medidas que le ayudarán a reducir fácilmente su consumo de agua diario. Esto no solo ayuda a conservar los recursos, también le permite ahorrar dinero, porque estos consejos también reducirán su factura del agua.
Consumo de agua excesivo
Muchas ciudades están lejos de usar el agua con cuidado. Algunas compañías del agua posponen las reparaciones. En lugar de arreglar los escapes, solo toman medidas cuando se rompen las cañerías. Como consecuencia, se consumen millones y millones de litros de agua potable sin que se usen. Puede encontrarse un ejemplo clarísimo de las consecuencias del consumo de agua excesivo en Ciudad de México, una metrópolis de millones de personas que está aumentando en alrededor de 300.000 nuevos residentes cada año. Después de décadas de sobreexplotación de sus aguas subterráneas, la ciudad se está hundiendo; ahora el centro histórico de la ciudad está aproximadamente 9 metros más abajo que en 1900. En la capital mexicana se consumen alrededor de 62.000 litros de agua potable cada segundo. Hasta un 40% de esta cantidad se pierde por las anticuadas tuberías de agua. Y es agua que primero se ha bombeado desde hasta 300 metros por debajo de la superficie de la ciudad o se ha transportado desde lugares situados a 200 kilómetros de distancia y a más de 1.100 metros de diferencia de altitud. Por otra parte, barrios enteros de la ciudad sufren inundaciones durante las fuertes lluvias. La ciudad quiere resolver este problema de inundaciones con el importante proyecto "Túnel Emisor Oriente". Con un coste de 1.200 millones de dólares (900 millones de euros), este túnel de aguas residuales de 62 kilómetros de longitud, con un diámetro de 7 metros, debería estar terminado en 2016.
Aunque una organización medioambiental local, Isla Urbana, ha recomendado usar agua de lluvia también, hasta el momento los urbanistas no se han mostrado receptivos a esta idea.
En las ciudades del Sudeste Asiático, en particular, está arraigada la "recogida de agua de lluvia", y ONU‑HABITAT, el Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos, también defiende esta práctica. Además de Singapur, uno de los ejemplos más populares de ello puede encontrarse en el distrito Sumida de Tokio. Durante más de dos décadas, la política municipal de la zona ha apoyado la recogida y la reutilización del agua de lluvia. Los residentes pueden recibir subvenciones para construir depósitos de almacenamiento de agua de lluvia. Algunos edificios de la ciudad, como el Skytree de Tokio, que abrió en 2012 y, con 634 metros de altura, es el segundo edificio más alto del mundo, contiene cisternas con filtros en los niveles inferiores del sótano. El depósito de agua de la nueva torre de transmisión contiene alrededor de 2.600 metros cúbicos de agua. Se abastece de agua de lluvia, que se usa para enfriar los paneles solares del tejado y para las cisternas de los cuartos de baño; también ayuda a proporcionar control de inundaciones para emergencias durante las fuertes lluvias.
Tierra y ríos contaminados
La "cruda realidad" sobre la gestión del agua, a menudo demasiado descuidada e inconsciente, es especialmente evidente en lo que se refiere a la cuestión de las aguas residuales. En todo el mundo, el 80% de las aguas residuales urbanas se liberan directamente a ríos, lagos o al mar sin ser tratadas, incluso en Londres, donde millones de litros de aguas residuales sin tratar fluyen hacia el Támesis durante las semanas de lluvia porque se ha superado la capacidad de las plantas de tratamiento. La situación es particularmente dramática en las ciudades de los países emergentes y en desarrollo. En Buenos Aires, por ejemplo, los ríos están muy contaminados; en Calcuta, India, la población se enfrenta a la contaminación fecal y a una elevada concentración de arsénico en las aguas subterráneas. La situación en China también es alarmante: el 90% de las aguas subterráneas de las ciudades está contaminado, según un reciente estudio de la China Geological Survey. Un análisis de 118 ciudades chinas también descubrió que el 64% de las fuentes de agua estaban "muy" contaminadas, mientras que el 33% estaban "ligeramente" contaminadas y solo un 3% pertenecía a la categoría de "higiénicas".
Cerrar el ciclo de los materiales
Según el profesor y doctor Asit Biswas, experto internacional en agua, la verdadera cuestión no es que no haya suficiente agua, sino la baja calidad de los recursos disponibles. "El principal problema no es la escasez física de agua, sino su continua mala administración". A menos que pueda mejorarse de forma considerable la gestión del agua, no podrá resolverse el problema del agua en todo el mundo", afirma el fundador del Centro del Tercer Mundo para Manejo de Agua en México.
"Los modelos de uso del agua tradicionales llevan a la escasez de agua", dice el Dr. Max Maurer, profesor de sistemas hídricos urbanos en el Instituto de Ingeniería Medioambiental perteneciente al Instituto Federal suizo de Tecnología de Zúrich (ETH), en Suiza. Considera que el modelo europeo tradicional según el cual se recogen todas las aguas residuales, incluida el agua de lluvia, en un sistema de alcantarillado y luego se procesan en una planta de tratamiento de aguas residuales no es una solución mundial. "Tenemos que trabajar en la creación de sistemas generales que sean eficaces y flexibles al mismo tiempo".
Las alcantarillas son una solución perfecta para el centro urbano, pero también es importante desarrollar alternativas que funcionen en las afueras de las ciudades, en los suburbios", afirma Maurer.
Y añade que un gran ejemplo de ello fue "Reinvent the Toilet Challenge", de 2011, publicado por la Fundación Bill y Melinda Gates para las universidades. Según la fundación, actualmente, alrededor de 2.100 millones de habitantes de ciudades de todo el mundo no tienen acceso a instalaciones sanitarias higiénicas. El desafío de este concurso era diseñar váteres que pudieran recoger y procesar desechos humanos sin agua que vaya por tuberías, alcantarillas ni conexiones eléctricas y transformar los desechos humanos en recursos útiles, manteniendo al mismo tiempo los costes por debajo de 5 céntimos de dólar por usuario y día. El váter de un solo uso Peepoo, por ejemplo, es una solución similar (ver artículo "Mayor higiene gracias a Peepoo"). Maurer incide en que si podemos "romper el vínculo entre el váter y el consumo de agua y procesar los materiales de desecho para crear bienes valiosos", será un gran avance.
El reciclaje de agua gana popularidad
Una buena gestión del agua conserva los recursos y es ecológica. Parece que finalmente este mensaje está llegando, aunque lentamente. Los expertos creen que es importante explotar nuevas fuentes de agua, pero existe aún más potencial en el reciclaje del agua. Una de las pioneras en esta área es Singapur. Para 2060, el estado insular quiere satisfacer hasta el 55% de su demanda de agua con NEWater, aguas residuales que se han tratado para que alcancen la calidad del agua potable (ver artículo "Trazando nuevas aguas").
La empresa de servicios públicos con sede en Londres, Thames Water, también está pensando en reciclar las aguas residuales en agua potable y está llevando a cabo una encuesta para evaluar la receptividad del público a esta idea. Es necesaria una amplia aceptación de este programa, tal y como se demostró hace unos años en Brisbane, Australia. La ciudad estaba decidida a añadir aguas residuales recicladas a su suministro de agua potable, pero tuvo que dar marcha atrás porque sencillamente no pudo convencer a la población de que el agua era suficientemente pura como para ser bebida.
Este tipo de problemas no debería ser un obstáculo para la estrategia de reciclaje de agua en el emirato de Qatar, que está decidido a acoger la Copa Mundial de Fútbol en 2022 y tiene uno de los índices de precipitaciones más bajos del mundo. Allí, las aguas residuales recicladas se usan principalmente para el riego de parques y zonas verdes. Cada día se reciclan alrededor de 24.000 metros cúbicos de agua usando la tecnología de ultrafiltración de BASF en los trabajos de tratamiento de aguas cloacales recientemente terminados en el norte de Doha.
Pensamiento interdisciplinar
Agua potable limpia, unas instalaciones sanitarias adecuadas y las plantas de tratamiento de aguas residuales serán esenciales para el futuro de las ciudades. Para resolver los problemas de agua urbanos será necesario pensar de forma creativa, y es en eso en lo que muchos fracasan. La falta de voluntad para pensar y actuar de forma interdisciplinar es uno de los muchos obstáculos en la gestión del agua, según una de las conclusiones del proyecto suizo, que fue patrocinado por la UE e involucró a 30 ciudades de todo el mundo durante un periodo de cinco años. Es necesario un cambio de perspectiva. Las aguas residuales deberían verse como un valioso recurso más que como un problema y, como en Singapur, los depósitos de agua deberían integrarse en el tejido urbano de una forma que también les permita servir de zona recreativa para los residentes. Esto también lo ilustró Khoo Teng Chye, ex director general de la agencia nacional del agua de Singapur PUB: "Para ser una ciudad sostenible, tenemos que ser previsores, visionarios y pensar de forma audaz siempre. Necesitamos innovaciones, no solo en la tecnología, sino también con respecto a cómo abordamos la gestión integrada del agua".