Existen un sinfín de posibilidades para disfrutar todo lo que Japón ofrece, por lo que resulta imposible conocer todo lo que el archipiélago tiene en una sola visita. En este artículo encontrarás los tipos de turismo más populares en Japón para que puedas planear tu siguiente viaje de la mejor forma, que sea de acuerdo con el tipo de viajero que seas, lo que busques en un viaje y que explores el país del sol naciente a tu manera. 1. Para quienes quieran conocer el Japón tradicional Una de las mejores opciones para conocer un país es a través del acercamiento a su cultura, así como el conocimiento de su historia y raíces. Japón alberga numerosos sitios de interés cultural e histórico y cuenta con más de 20 zonas declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO; desde Okinoshima, una pequeña isla remota en el sur, pasando por templos y santuarios en Kioto, Nara y Nikko, hasta el castillo de Himeji y quizá, el símbolo más emblemático de Japón, el monte Fuji. Japón ha demostrado tener gran respeto a la tradición, las generaciones pasadas, y la historia de la nación, por lo que es común sentir que algunas calles, inclusive pueblos enteros, parezcan ser parte de un viaje al pasado, a la época de los samuráis. Adicionalmente, existe una gran oferta de hoteles japoneses tradicionales llamados “Ryokan” en donde poder hospedarse, disfrutar de aguas termales y experimentar lo que era el Japón histórico, previo a la llegada de las influencias occidentales. 2. Cultura popular, para los Otaku Desde el auge del anime, el manga y la cultura otaku alrededor del mundo, viajeros de diferentes países acuden a la meca de esta subcultura y viven la experiencia de primera mano. Otaku, cuya traducción más aproximada es fanático, es el término que se utiliza para designar a los aficionados de alguna actividad o producto en Japón. Existen Otaku de anime y el manga, quienes acumulan cómics y destinan grandes cantidades de dinero para comprar las codiciadas ediciones limitadas de Blu-rays y figuras. También, hay Otaku de videojuegos; que pasan horas en su habitación frente a la computadora, consola o celular, inmersos en el juego de su elección. En Japón hay Otaku para casi todo, incluso de ídolos: seguidores que son apasionados de alguna figura musical o del mundo del espectáculo. La zona cero de la cultura otaku es Electric Town, en Akihabara, donde carteles y vallas publicitarias del tamaño de un edificio, con productos y noticias relacionadas a lo último en anime, manga o videojuegos adornan las calles. En esta zona también se pueden ver muchas jóvenes vestidas de personajes de anime invitando a la gente a que pase a los cafés temáticos que caracterizan esta parte de la ciudad. La estación de Akihabara está rodeada de incontables tiendas de cosplay, música, cómics, anime, juguetes, tecnología y otros artículos relacionados con los otakus. Un par de opciones adicionales para mantenerse entretenido después de recorrer Akihabara son Sunshine City u Otome Road en Ikebukuro y, Nakano Broadway. 3. Un viaje espiritual para quienes buscan encontrarse con ellos mismos Viajar es más que un pasatiempo para las personas que buscan una experiencia que cambie su vida y la forma en cómo la viven y perciben día con día. Estas personas viajan a Japón en busca de un significado y comprensión más profundos del país y de ellos mismos, van en búsqueda de un viaje espiritual. Una de estas experiencias consiste en recorrer los caminos de peregrinación alrededor de las diferentes prefecturas de Japón; dentro de los más icónicos se encuentra la ruta de Kumano Kodo, en la región de Kansai, Shikoku, la isla principal más pequeña, donde se puede recorrer la famosa ruta de peregrinación Shikoku Ohenro, que tiene una extensión de más de 1,200 kilómetros y más de 1,000 años de tradición e historia. También, es posible hospedarse en un templo budista, donde los monjes budistas se encargan de la enseñanza de prácticas y técnicas espirituales que formarán parte de los visitantes por el resto de sus vidas. El Santuario Meiji y el Parque Yoyogi, en Tokio, el son lugares ideales para escapar del ajetreado ritmo que la vida urbana representa. Aquí es fácil encontrar paisajes naturales remotos, que resultan ser el escenario preciso para ponerse en contacto con uno mismo. 4. Gastronomía japonesa, una forma de consentirse y deleitar el paladar Probar platos nuevos, únicos y apantallantes gracias a su presentación es el sueño de cualquier foodie. Japón es un país centrado en la gastronomía, con regiones que tienen platos especiales propios de su zona y viajeros que lo recorren con tal de tener la oportunidad de probar la cocina local. Para los que buscan una cena de lujo al estilo japonés, el país del sol naciente cuenta con más de 200 restaurantes con estrellas Michelin que ofrecen platillos con fideos, pescado, sushi, tempura, entre otros; los cuales son servidos en tradicionales fuentes de madera y cerámica, lo que provoca que cualquier aficionado a la gastronomía saque su cámara para tomar unas cuantas fotos. Otras opciones incluyen el ramen y el Kaiten sushi (tren de sushi), que son alimentos económicos que se pueden encontrar a lo largo de todo Japón, con cada prefectura y ciudad teniendo su propia especialidad. En caso de visitar Osaka, Dotonbori, famosa por ser conocida como “la calle de la comida”, ofrece platillos representativos de la región como: takoyaki (albóndigas de pulpo), okonomiyaki (pizza japonesa) y, kushikatsu, brochetas de carne o verduras fritas.
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