Vacaciones e iluminación: diseñando experiencias nocturnas en playas y espacios abiertos
Sin embargo, para garantizar que los visitantes tengan una experiencia placentera y hasta se conviertan en promotores orgánicos de un destino en particular, existe un elemento importante al que se debe prestar atención: la iluminación. En estos espacios, la instalación de los luminarios adecuados puede marcar la diferencia entre brindar una estancia acogedora y funcional, o derivar en ambientes que rompan con la magia del lugar si no existe una correcta planeación.
De acuerdo con Juan Carlos Laso, CEO de Grupo Construlita (con marcas expertas en iluminación profesional), pensar en iluminación no debe ser sólo un tema estético o técnico durante cualquier periodo vacacional. "Se trata, por ejemplo, de imaginar cómo la luz guía a un huésped por un sendero rodeado de vegetación, enmarca la caída de agua en una fuente o resalta los detalles arquitectónicos de una fachada al borde del mar. Aquí el resto es cómo lograrlo, respetando la naturaleza y resolviendo los desafíos propios del entorno".
Recomendaciones para proyectistas y arquitectos
Para quienes diseñan y construyen estos espacios, el experto afirma que la clave está en planificar la iluminación como parte integral del entorno. Tres recomendaciones de Juan Carlos Laso para lograrlo, son:
- Conocer el espacio - Primero hay que evaluar las condiciones climáticas y materiales del lugar. "Una iluminación efectiva comienza con entender el entorno".
- Optar por luz de bajo impacto - Otro punto clave es priorizar luminarias que dirijan el flujo luminoso hacia donde realmente se necesita, evitando el desperdicio y respetando los ciclos naturales.
- Considerar la experiencia del usuario - Por último, la luz debe integrarse como una extensión del diseño del espacio, desde senderos iluminados con discreción hasta fuentes que se vuelven protagonistas de paseos inolvidables.
Por tipo de complejo turístico, el titular de Grupo Construlita detalla algunos luminarios convenientes según las particularidades del lugar y lo que se quiera brindar al visitante. "Imaginemos un resort frente al océano, donde los caminos que conectan las cabañas con la playa están iluminados con luz suave que no interrumpe las vistas al cielo estrellado. Aquí, la elección del producto adecuado no sólo asegura que los huéspedes se desplacen de manera segura, sino que también fomenta un ambiente sereno, perfecto para relajarse".
En espacios de esta naturaleza, la solución ideal son minipostes con iluminación indirecta. Su diseño minimalista y resistente permite instalarlos cerca de la vegetación o en pasillos de arena sin que interfieran con el paisaje; los mejores están fabricados para soportar los rayos UV y tienen un índice de resistencia al impacto (IK) nivel 10.
En un parque ecológico o una playa, los luminarios deben resistir el desgaste del viento salino, las lluvias tropicales y el paso constante de visitantes. En estos casos, la elección de materiales como policarbonato de alta resistencia y cristal templado garantiza que los equipos permanezcan funcionales y estéticamente impecables, incluso en climas extremos si el grado de protección IK llega a 9.
Este tipo de luminarios empotrados en el piso, se suelen emplear para iluminar discretamente un mirador de madera o los alrededores de una piscina natural, entre otros lugares donde las soluciones deben soportar fuertes condiciones climáticas y un intenso ir y venir de turistas. Al respecto, el CEO de Grupo Construlita comenta que optar por equipos con altos grados de protección contra impactos y corrosión siempre será una inversión inteligente para garantizar su longevidad.
"Ahora pensemos en una fuente decorativa iluminada en un hotel boutique o centro comercial. El agua cae en cascada mientras los anillos de luz sumergibles resaltan cada movimiento, creando un espectáculo visual que los vacacionistas capturarán con sus cámaras. Esta es la magia de combinar diseño y funcionalidad en espacios donde cada detalle cuenta"; explica el especialista. Para dichos escenarios, la recomendación son luminarias diseñadas específicamente para ser sumergibles, que gracias a su resistencia al desgaste por agua y acabados elegantes se vuelven aliadas indispensables de los proyectistas.
Iluminar para preservar y disfrutar
Ya sea en un hotel frente al mar, un parque nacional o un centro turístico de invierno, la iluminación bien planificada no sólo extiende las actividades a las horas nocturnas, sino que también transforma los espacios en lugares memorables para quienes los visitan.
“La iluminación en estos entornos no se trata nada más de funcionalidad. Hay que pensar en contar historias, en crear atmósferas que conecten con las personas y resalten la esencia del lugar sin alterarla. Es un equilibrio entre técnica, diseño y respeto por la naturaleza. Porque al final la luz no sólo ilumina, también guía, embellece y conecta"; concluye Juan Carlos Laso, CEO de Grupo Construlita.