Hubertus Pool, noa* network of architecture

La piscina se sitúa como un conector entre el edificio del antiguo hotel y una adición realizada recientemente, para enfatizar la renovación del conjunto. La intervención sigue la topografía natural del sitio y se materializa utilizando materiales autóctonos. Ese carácter homogéneo del lugar crea el marco visual apropiado para el lucimiento de la nueva piscina de 25 metros de longitud atravesando el aire.

Hubertus Pool

El Hotel Hubertus está situado en Valdaora, al pie de la famosa zona de esquí y senderismo Kronplatz, en el valle del Puster, a unos 1.350 m de altitud. El establecimiento familiar se ha mejorado y ampliado generosamente con 16 nuevas suites, una nueva cocina con restaurantes y «Stuben», una zona de entrada con vestíbulo, recepción y bodega y un gimnasio y una sala de relajación con terrazas panorámicas. La nueva piscina de 25 m de largo, que funciona como conector entre lo antiguo y lo nuevo, subraya la esencia de este amplio proyecto de renovación y rehabilitación.

Mediante la creación de una fachada unificada y rítmicamente alternada con troncos de alerce autóctonos, noa* conecta «lo viejo y lo nuevo» de forma coherente. El aspecto homogéneo, que sigue la topografía natural de la zona, crea la base teatral para el diseño de la nueva piscina en voladizo, que trona entre las alas de alojamiento antigua y nueva, flotando entre el cielo y la tierra…

La nueva piscina, que descansa imponente entre las dos alas de alojamiento, parece una roca flotante, venida a posarse en el lugar, dominando el valle. Los bordes ocultos de la piscina, conservados en piedra de color antracita, suprimen la brecha entre la piscina y el paisaje, creando la impresión de que el agua fluye hacia la nada, desapareciendo entre la piscina y el paisaje. La piscina recuerda metafóricamente a un lago de montaña, enclavado en el asombroso paisaje montañoso de los Dolomitas, Patrimonio Mundial de la UNESCO…

entre el cielo y la tierra…

El punto culminante del proyecto es la nueva sky pool, que flota como una roca natural sobre la nueva ala de alojamiento. Sin bordes visibles, con una anchura de 5 m, una longitud de 25 m y una profundidad de 1,30 m, la piscina en voladizo de más de 17 m puede considerarse completamente única. La posición de la piscina, que flota a 12 m del suelo, en su borde extremo, da al bañista la sensación de flotar, ingrávido, entre el cielo y la tierra. Esta impresión se ve reforzada por el frontal de cristal y una ventana acristalada en el fondo de la piscina.

Descripción del producto

Los bordes ocultos de la piscina, conservados en piedra de color antracita, suprimen la separación entre la piscina y el paisaje, creando la impresión de que el agua fluye hacia la nada, desapareciendo entre la piscina y el paisaje.

noa*

Fotografías: ©Alex Filz

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