MATERIALES DEL FUTURO Y NUEVAS POSIBILIDADES
Eggshell Project es un innovador proyecto de investigación que utilizando la fabricación digital y economía circular, busca reutilizar los desperdicios alimentarios y transformarlos en materiales constructivos. A través de la recolección de cáscaras de huevo de varios restaurantes de la Ciudad de México, MANUFACTURA desarrolló una biocerámica única en su tipo.
Foto por Arturo Arrieta
Las cáscaras de huevo trituradas, y mezcladas con agregados sustentables produjeron un material idóneo para la impresión 3D con un brazo robótico KUKA KR-150. El sistema les ha permitido generar diversas geometrías que pueden tener una gran gama de aplicaciones. El equipo ha desarrollado dos elementos estructurales con este sistema. Eggshell Bricks, un muro hecho de bloques que se ensamblan a través de su cambiante geometría, fue presentado en la colección de INÉDITO por Design Week México en 2022.
Foto de Design Week 2022
Por su parte, Eggshell Column, es una columna hecha con piezas que se abrazan y van creando estabilidad a través de su forma. Este último fue presentado recientemente en la colección de Diseño Emergente en Zona Maco 2023. Para el equipo, el aspecto primordial de esta investigación es el cuestionamiento de la relación entre el desperdicio de alimentos, y la posibilidad de innovación dentro de la industria constructiva.
Es momento de trabajar las cerámicas de una forma más limpia y sostenible, tratando de minimizar su huella de carbono, y optimizando sus recursos. – MANUFACTURA
Foto por Enrique Aguilar
Foto por Enrique Aguilar
Foto por Enrique Aguilar
TEXTO DEL EQUIPO
Un tercio de la producción de los alimentos destinados al consumo humano se pierde o desperdicia en todo el mundo, lo que equivale a aproximadamente 1,300 millones de toneladas anuales. Se estima que el 17% del total de alimentos disponibles para los consumidores en 2019, terminaron en los basureros de hogares, minoristas, restaurantes y otros servicios alimentarios, según una nueva investigación de la ONU realizada como parte de los esfuerzos mundiales para reducir el desperdicio de alimentos a la mitad para 2030. El peso equivale aproximadamente a 23 millones de camiones de 40 toneladas completamente cargados, suficiente para dar siete vueltas a la Tierra (Food and Agriculture Organization of the United Nations, 2019).
Pese a las latentes condiciones de pobreza, México es un país que desperdicia toneladas de comida anualmente. El total del desperdicio en México, un país con 53.4 millones de personas en pobreza, alcanza las 20.4 millones de toneladas anuales (el 37.98 por ciento de lo que se produce en el país). (¿Sabes Cuántas toneladas de Comida Tira México a la basura? El Universal, 2018)
También México, es considerado el principal consumidor de huevos frescos a nivel mundial; el consumo per cápita de la población mexicana es 28.0 Kg por año, considerado el cuarto mayor productor de huevo a nivel mundial y es responsable de 1/27 huevos producidos en el mundo (Sader).
El mundo cerámico está relacionado con la conexión entre la materialidad y la naturaleza, pero ¿es realmente así? A nivel mundial, la cerámica como industria o pasatiempo es un cambio de juego hablando de ambientalismo. Robert Harrison en su libro Ceramica Sostenible menciona: “La cerámica con todo sus necesidades de fabricación, materiales, cocción combustibles y espacio de trabajo ciertamente no es un medio limpio / verde.” Es momento de trabajar las cerámicas de una forma más limpia y sostenible, tratando de minimizar su huella de carbono, y optimizando sus recursos.
Foto por Zara Arroyo
THE EGGSHELL PROJECT / UN PROYECTO DE HUEVO es un proyecto de investigación que busca aprovechar y transformar nuestros residuos para convertirlos en un material edificable y abrir una nueva posibilidad de crear nuestro modo de vida de forma responsable con el medio ambiente. En este proyecto creamos una biocerámica a partir de cáscara de huevo y la combinamos con agregados sustentables, dando como resultado una nueva materialidad, que busca reducir el desperdicio de alimentos y generar nuevas oportunidades. Decidimos reevaluar las potencialidades de la cerámica, manteniendo la conexión entre la materialidad y la naturaleza. , amplio acceso a materias primas, libertad geométrica y resistencia. Pero reduciendo algunos de los rasgos dañinos mediante el uso de un producto de desecho liviano de origen local que se encuentra en gran medida: el huevo, junto con bioaglutinantes que permiten que la mezcla se solidifique sin necesidad de cocción. Nuestro proceso se basa en la impresión 3D con un brazo robótico KUKA KR-150, un extrusor y un proceso de fabricación aditiva, que nos permite dar forma a nuestros bloques con diferentes geometrías y proyectarlos en distintas aplicaciones arquitectónicas. permite el uso eficiente del material (menos desperdicio), libertad geométrica, precisión y repetibilidad, proyéctelos en diferentes aplicaciones arquitectónicas.
Foto por Enrique Aguilar
La investigación se ha aplicado en dos ocasiones: Un muro (Eggshell Bricks, presentado en la colección de INÉDITO por Design Week México 2022) hecho de un total de 105 bloques diferentes que se van ensamblando con base a su geometría, y una columna (Eggshell Column, presentado en la colección de DISEÑO EMERGENTE por ZONA MACO 2023) hecha de 26 piezas que se abrazan y van creando estabilidad a través de su forma. Cada ladrillo está hecho de forma 100% sustentable y circular. La materia prima se obtuvo a través de la recolección y donación de los desperdicios de más de 2 meses de producción de varios restaurantes de la Ciudad de México como Rosetta, Rosetta Panadería, LARDO y Rancho Rio Blanco.
Foto por Dinorah Schulte
Desde una perspectiva cultural, este proyecto introduce un material único en el mercado actual. El ser el primero en su tipo le da un valor agregado como material de construcción, ya que no se puede encontrar ni producir de otra forma. La tecnología nos permite innovar dentro de los mercados actuales en materia de construcción. Económica y culturalmente esto conlleva un gran peso en la sociedad, ya que abre nuevas posibilidades para la materialidad de nuestro entorno construido. Al mismo tiempo que se genera un sistema circular, que abarca desde la obtención del material hasta su uso, y al darle una nueva vida a nuestros residuos.
Este proyecto se logró gracias a la mezcla de diseño computacional y oportunidades que genera la fabricación digital, la tecnología y la innovación de materiales para transformar nuestros desechos y crear conciencia. Al cuestionar nuestros métodos de fabricación y aspirar a crear ciclos de vida circulares, es posible generar nuevas fuentes de empleo desde el reciclaje, higienización, hasta su fabricación con impresión 3D robótica y su colocación en sitio. Teniendo que buscar nuevos talentos para producir este material y producto en serie y abriendo nuevas oportunidades en la construcción de futuros espacios arquitectónicos, creando un nuevo diálogo entre las máquinas y los seres humanos.
Foto por Dinorah Schulte
Foto por Arturo Arrieta
Foto por Enrique Aguilar
project info:
equipo en MANUFACTURA: Dinorah Schulte (Co-Fundador / Director del Proyecto), Edurne Morales (Co-Fundador / Diseñador Computacional), Eduardo Barba (Co-Fundador)
investigación del material: Montserrat Ayala
diseñadora invitada: Maria Pia Assaf
colaboradores: Santiago Rangel, Aleida Rahel Merkel, Natalia Juan
donaciones de material: Rosetta Panaderia, Restaurant Rosetta, Rancho Rio Blanco, LARDO, BOU
fotografía: Arturo Arrieta, Enrique Aguilar