En el sector inmobiliario turístico, cada inversión representa mucho más que un simple desembolso de capital; es una promesa de retorno de inversión. Sin embargo, el éxito de los proyectos de desarrollo depende de múltiples factores, algunos difíciles de anticipar. ¿Cómo minimizar la incertidumbre? Los estudios de factibilidad inmobiliaria se han convertido en una herramienta esencial para inversionistas y desarrolladores, al ofrecer un análisis riguroso que respalda la viabilidad de los proyectos y protege el capital invertido.
Un informe de KPMG revela que más del 50% de los profesionales dedicados al desarrollo inmobiliario y la construcción a nivel mundial han enfrentado al menos un proyecto con resultados inferiores a lo esperado. Este dato subraya la importancia de una planificación rigurosa y oportuna, aunada a una evaluación exhaustiva antes de iniciar cualquier proyecto de desarrollo y/o de construcción en el ámbito turístico.
Alberto Laris, socio de GAYA México, empresa del sector construcción con amplia experiencia en el desarrollo inmobiliario hotelero, destaca que desarrolladores e inversionistas no pueden asumir riesgos sin una base sólida de análisis y planeación. “Invertir en proyectos sin una evaluación exhaustiva compromete tanto su viabilidad como el retorno de la inversión. Es fundamental realizar un análisis profundo del impacto ambiental, la aceptación social y las tendencias del mercado turístico. Solo así se garantiza que cada proyecto cumpla con los plazos y las expectativas de rentabilidad establecidas desde el inicio”, señala.
Adaptarse a las demandas requiere un equilibrio entre innovación y rentabilidad
El desarrollo inmobiliario en el sector turístico enfrenta desafíos cada vez más complejos. La dinámica económica global, con sus fluctuaciones financieras y de inflación, se suma a un entorno regulatorio que impacta directamente la planificación y ejecución de proyectos. Al mismo tiempo, las expectativas de los turistas han cambiado, priorizando desarrollos más sustentables, la incorporación de tecnología avanzada y tendencias como los alojamientos adaptativos, espacios flexibles para negocios y la integración de conceptos de “ciudades inteligentes” o complejos turísticos eficientes.
Este panorama ha impulsado la demanda de desarrollos turísticos más versátiles. Los inversionistas y desarrolladores deben responder a estas exigencias con proyectos que ofrezcan experiencias personalizadas y espacios diseñados para diversos perfiles de viajeros, desde turistas jóvenes hasta familias multigeneracionales.
“Sin embargo, es fundamental encontrar un equilibrio entre innovación y sostenibilidad financiera; cada inversión debe estar respaldada por un análisis integral que contemple la viabilidad integral del proyecto”, indica Laris. Agrega que los estudios de factibilidad inmobiliaria son una herramienta para garantizar el éxito de cada proyecto inmobiliario, ya que son realizados por equipos multidisciplinarios calificados que abordan toda la cadena de valor del proceso, desde la evaluación de la viabilidad técnica, económica, legal y funcional hasta la ambiental y social, ayudando a mitigar riesgos y a alinear la inversión con las tendencias del mercado.
Factibilidad inmobiliaria: la base para proyectos turísticos rentables
Para los inversionistas y desarrolladores del sector turístico, la factibilidad inmobiliaria es un elemento esencial en la planificación de cualquier proyecto. Según Alberto Laris, socio de GAYA México, “cuando se comprenden a fondo las variables que pueden influir en el desempeño de un proyecto inmobiliario, los responsables pueden tomar decisiones estratégicas basadas en datos sólidos, asegurando un camino claro hacia el cumplimiento de los objetivos y metas de inversión”.
Laris destaca varias ventajas clave que subrayan la importancia de los estudios de factibilidad en proyectos de construcción turística:
1. Minimización de riesgos: Un estudio de factibilidad bien ejecutado permite identificar y mitigar los riesgos que pueden afectar a los proyectos turísticos, tales como cambios en las regulaciones locales, fluctuaciones en los costos de construcción, nuevas tendencias del mercado turístico o imprevistos en el terreno. Con una correcta anticipación de estos riesgos, los inversionistas pueden proteger su capital y optimizar los rendimientos.
2. Optimización de recursos con uso de tecnología de punta: Tener una visión transparente y constante sobre las variables que podrían impactar el desarrollo de edificaciones del sector turístico permite a los responsables tomar decisiones informadas sobre la asignación de recursos. Esto optimiza los costos y plazos y asegura un control total sobre el avance del proyecto. La tecnología es nuestra aliada y con un sistema de gestión digital en línea, los clientes e inversionistas pueden acceder a una radiografía puntual del proceso completo de factibilidad y construcción, por lo que desde el primer día los involucrados puede visualizar el avance del proyecto y cómo se está invirtiendo su dinero”, asegura Laris.
3. Aumento de la rentabilidad: Los proyectos inmobiliarios turísticos que han pasado por un exhaustivo análisis de factibilidad tienen mayores probabilidades de alcanzar los retornos de inversión esperados. Estos estudios se basan en datos precisos obtenidos por especialistas en diversas áreas, lo que permite una proyección más realista de los ingresos y el rendimiento de la inversión, lo que se traduce en una mayor rentabilidad.
Una metodología multidisciplinaria para la factibilidad en desarrollos turísticos
Un estudio de factibilidad inmobiliaria riguroso es solo el inicio de un proceso ordenado, puntual y transparente. Para proteger las inversiones, Laris recomienda colaborar con empresas constructoras que ofrezcan metodologías integrales y multidisciplinarias. Estas empresas deben contar con equipos que incluyan arquitectos, ingenieros calculistas, urbanistas, economistas y especialistas en sustentabilidad, capaces de identificar y gestionar todas las variables que influyen en un proyecto.
“La clave está en que los desarrolladores inmobiliarios se involucren desde la etapa de planeación y diseño, costeo y calendarización, hasta la construcción y entrega del producto terminado. Este enfoque garantiza que cada fase del proyecto esté alineada con los objetivos de costo, tiempo, calidad y servicio. Además, permite anticipar problemas potenciales y adoptar medidas correctivas oportunas”, indica.
Por otro lado, el ejecutivo destaca que la transparencia es un valor imprescindible en este proceso. “Los inversionistas del sector turístico necesitan reportes claros, precisos y oportunos que detallen el estado del proyecto, así como cualquier desviación en el cronograma o presupuesto. Una empresa constructora comprometida con la transparencia genera confianza y refuerza su promesa de valor al garantizar que los objetivos iniciales se cumplan sin sorpresas”. Este enfoque centrado en la gestión integral, el reporteo constante basado en tecnología y la transparencia, permite proteger y optimizar las inversiones.
Los estudios de factibilidad deben dejar de ser vistos como un paso previo a la construcción, y ser considerados como la piedra angular sobre la que se construyen proyectos inmobiliarios rentables. Invertir en factibilidad no es solo una cuestión de prever problemas, sino de proteger las inversiones y asegurar que cada proyecto tenga las bases necesarias para generar valor sostenible.
Gracias a su metodología única basada en un esquema de sinergias con equipos multidisciplinarios y su herramienta tecnológica Building Information Modeling (BIM), GAYA garantiza la factibilidad de proyectos de desarrollo inmobiliario turístico con precisión y eficiencia, y la entrega de proyectos que cumplen rigurosamente con los estándares de costo, tiempo, calidad y servicio.