Studio Bark construye un edificio de corcho "totalmente biodegradable y reciclable"
The Cork Studio, un edificio de jardín hecho casi en su totalidad con corcho , ha sido construido por Studio Bark como un prototipo de edificio que puede ser completamente reciclado, reutilizado o compostado.
Para desafiar la dependencia de la industria de la arquitectura de los "materiales de un solo uso nocivos para la salud", los arquitectos con sede en Londres, Studio Bark , intentaron demostrar cómo se puede usar un material ecológico para formar la envolvente de un edificio completo.
“Como sociedad desperdiciamos una gran cantidad de tiempo, energía y recursos en decorar, redecorar, demoler y reconstruir partes de nuestros edificios, utilizando materiales de un solo uso insalubres”, dijo el arquitecto.
"Construimos Cork Studio para mostrar que existe una alternativa".
Tras una serie de experimentos que probaron la resistencia al agua, al fuego y a la degradación, Studio Bark eligió trabajar con corcho, un material resistente y duradero que se extrae de forma sostenible directamente de la corteza del alcornoque.
"Todos los elementos de este edificio de corcho macizo se pueden desmontar al final de su vida útil, y los componentes individuales son totalmente biodegradables o reciclables", continuó el estudio.
El Cork Studio se construyó utilizando gránulos desechados de un fabricante de corcho de vino.
Los gránulos se convirtieron en bloques sólidos a través de un proceso de calentamiento, lo que hace que se expandan y liberen una resina natural que los une. Después de esto, los bloques se cortaron en losas del tamaño deseado y se unieron en el sitio.
“No hay cerramientos, pantallas, alveolos, yesos o pinturas, losas de planta baja ni cimentaciones. Un solo espesor de corcho, que cumple todas las funciones necesarias de estructura, impermeabilización, acústica, fuego, hermeticidad y estética”, explica el arquitecto.
Elegido por su alta propiedad térmica, se utiliza un corcho de baja densidad para las losas del piso. Combinado con las cualidades impermeables del material, esto anuló la necesidad de una capa de hormigón o una membrana a prueba de humedad.
El mismo tipo de corcho se ha utilizado para crear un techo plano, sostenido por una serie de vigas de madera que ayudan a reforzar su estructura.
Para proporcionar una mejor resistencia contra las cargas laterales como el viento, las paredes del Cork Studio se construyen con losas de mayor densidad que se unen con tornillos de aislamiento reciclables.
En todo el estudio, todas las superficies tienen un acabado natural, sin barnices tóxicos, lo que significa que cada parte se puede reciclar fácilmente después de la vida útil del edificio.
Se incorporó al edificio un árbol sicómoro que ya crecía en el sitio, ya que la ligereza de la estructura permitió a Studio Bark construir sobre sus raíces sin dañar el árbol.
A nivel del techo, está encerrado por una junta de goma que permite que el agua se escurra por el árbol para que pueda "auto-regarse", mientras evita la lluvia intensa.
The Cork Studio tiene ventanas de policarbonato reciclable, una puerta de madera contrachapada y persianas corredizas internas, que actúan como un amortiguador adicional contra la temperatura, mientras controlan los niveles de luz.
Studio Bark construyó el sobre por menos de £ 500 por metro cuadrado, y afirma que la estructura podría construirse fácilmente por dos personas en dos días, y equiparse y habitarse en siete.
El Cork Studio no es el primer prototipo sostenible de Studio Bark. En 2017 desarrolló una microvivienda como parte de una iniciativa llamada The SHED Project , que tiene como objetivo brindar una alternativa a la tutela de la propiedad, donde las personas pagan muy poco alquiler para vivir en edificios abandonados.
El prototipo permite un fácil montaje en un solo día con un mazo y un taladro, y también se puede desmontar, transportar a otro lugar y reconstruir.
La fotografía es de Lenny Codd.